EL BLOG DE FABIANA
La finalidad de este blog es compartir con el grupo de estudio "Formación docentes en línea" , lecturas, escrituras, comentarios y actividades que realizaremos tanto de manera colaborativa como individual.
martes, 21 de agosto de 2018
miércoles, 15 de agosto de 2018
viernes, 13 de abril de 2018
ANATOMÍA DE MI PLE
La
tecnología con su multiplicidad de herramientas nos acerca a nuevos modos de leer, escribir,
compartir con otros y aprender en un
espacio en el que no sólo es posible generar un “lugar” de trabajo individual
sino favorecer el encuentro multicultural con personas a las que no conocemos.
Nos encontramos frente a un nuevo escenario, un nuevo “espacio” para aprender, reflexionar, comentar, consultar,
analizar, compartir: el PLE. En este entorno de aprendizaje, ponemos
también en marcha procesos cognitivos superiores para construir conocimiento de
manera colaborativa. Por esta razón ,nuestro PLE se integra a los PLN,
la “parte social” de un entorno personal.
Por
eso, y en tiempos como los que corren, la escuela no puede ignorar que los
espacios y sitios en los que aprendemos se están ampliando. Este nuevo entorno
requiere que nuestros alumnos de hoy (el
de la clase presencial en el aula de una escuela), empiecen a familiarizarse con ese conjunto de herramientas tecnológicas que
demanda este nuevo
paradigma pedagógico. Y es el docente que también tiene que “sacar su cabeza” fuera del aula y
pensar cómo hacer para que sus alumnos no sean los excluidos del mañana porque
no han tenido posibilidades de acceder a su PLE.
Estoy
convencida de la necesidad de reflexionar
acerca de nuestros PLE y PLN: pensar qué hacemos cuando leemos para
buscamos información, cuando la procesamos y
modificamos, cómo la gestionamos y la filtramos, cómo compartimos el trabajo con otros y lo
comunicamos. Estos procesos de
metacognición son valiosísimo para poder modelar luego, los procesos de
nuestros alumnos: leer, seleccionar, procesar, crear, comunicar, escribir, transformar…¿Acaso
no lo hacemos habitualmente? Quizás sí, pero ahora la tecnología nos ofrece nuevas fuentes, nuevos sitios, nuevas
herramientas para potenciar la ejecución de los procesos cognitivos.
Este trabajo de pensar en mis propios procesos,
me llevo en un primer momento a buscar cuál fue mi PLN de la adolescencia y de la
infancia: mi escritorio, mi agenda, muchas carpetas, la biblioteca de casa a la
que recurría permanentemente, los diccionarios y mi reducido entorno: mis
padres que acompañaban mi tarea. Los compañeros, una vez que salíamos del
colegio casi no nos veíamos, escasamente usábamos el teléfono para pedir ayuda
sobre algo que no entendíamos. Biblioteca escolar, la del pueblo y la de casa
ampliaban el mundo…Pocas veces compartíamos, el maestro o nuestro espíritu
inquieto eran los únicos destinatarios de lo que leíamos (o escribíamos).
¿Por
qué me voy muy hacia atrás? Porque especialmente tuve que cambiar con los años
mi PLE y volver, como en la adolescencia, a aprender a gestionarlos.
Descubrir
cuál es mi PLE
actual realmente fue un “ejercicio” muy rico: Pensaba, mientras tomaba
nota, cómo leo en la web y los sitios
que habitualmente utilizo para hacer todo el proceso: herramientas para
modificar la información según el objetivo de mi lectura, cómo y para qué tipo
de actividad las utilizo, cómo comparto en la red y construyo conocimiento.
Fue un ir y venir para definir mis propios
espacios de trabajo individual y colaborativo. Mientras “repasaba” esto, pude
ver que algunas herramientas enlazaban distintas partes de mi PLE. De manera
intuitiva fui descubriendo, por ejemplo,
que producía en Blog pero a su vez leía en ellos temas afines a mis
gustos: “No
existen ni herramientas, ni estrategias, ni mecanismos que puedan ser
considerados como exclusivos de una única parte del PLE. Cada uno de ellos,
según el uso que decidamos darle, así como el momento en el que nos encontremos,
formaran parte de una estrategia de aprendizaje u otra”
MI ENTORNO PERSONAL DE APRENDIZAJE
Elegí para la presentación de mi PLE, un Glogster:
martes, 3 de abril de 2018
CHARLES FREDERICK GERHARDT: PRECURSOR DE LA ASPIRINA
El químico francés Charles
Frederick Gerhardt, nació en Estrasburgo, Francia, el 21 de agosto de 1816.
Aquel verano europeo, atípico por las bajas temperaturas, recibió al niño que
años después sería quien consiguió desarrollar la síntesis de la molécula
conocida en la actualidad como “Aspirina”
Gherardt logró en 1853 la síntesis del ácido acetilsalicílico (combinando cloruro de sodio con salicilato de sodio), principal componente de la aspirina, utilizada como analgésico, antifebril y con otras propiedades curativas. Sin embargo, el gran descubrimiento de Charles Frederick Gerhardt, pasó desapercibido hasta que en 1897 el químico alemán Félix Hoffman se inspiró en trabajos del alsaciano y logró la fórmula para industrializar a bajo costo la hoy conocida “aspirina” eliminando, además, muchos de los efectos adversos de la primera solución.
Termindados sus estudios en el Gimnasio, el alsaciano decidió entrar a trabajar en el negocio familiar. Su padre tenía una fábrica de plomo blanco y Charles quiso probar suerte trabajando en su factoría. Pero, y a pesar de que su padre tenía otros planes para el joven Gerhardt, su espíritu inquieto, los reiterados desacuerdos con su progenitor y su inclinación por la química, lo llevaron a radicarse en Alemania en 1836 para estudiar y trabajar en el laboratorio del químico Justus Von Liebig.
Tiempo después se trasladó a París donde se radicó por un tiempo para seguir con sus estudios y ejercer también, como profesor de química. Es allí donde creó la Escuela de química práctica, instituto que no prosperó.
Años después, en 1841, se radicó en Montepellier donde se convirtió en profesor titular de química. En 1855 aceptó la cátedra de química de la École Polytechnique de Estrasburgo, mudándose finalmente a su lugar de origen.
Charles Frederick Gerhardt murió en su ciudad natal el 19 de agosto de 1856, dos días antes de cumplir los 39 años. Su temprana muerte tuvo como causa el veneno generado de sus propios productos químicos durante sus largas jornadas de laboratorio.
Además de su importante descubrimiento para la medicina, completó la verificación de las pruebas de Traité de chimie organique (4 vols., París, 1853-56), su obra maestra. Este último trabajo encarna todas sus ideas y sus descubrimientos que “revitalizaron la química”.
Antiguas tabletas de Aspirina (Diario ABC 06/06/2013) |
lunes, 2 de abril de 2018
EMPEZAR A ROMPER PAREDES...
“Cuando la tecnología ofrece algo que no podría ser enseñado de otra forma es cuando se constituye en relevante. Reemplazar la tecnología de tiza y pizarrón por un dispositivo digital para hacer exactamente lo mismo, claramente no implica ningún aporte para la enseñanza”. Esta cita de Débora Kozak me hace pensar en qué cuestiones, qué aprendizajes pueden hacerse con tecnología que no podrían hacerse de otra manera. Precisamente, entre otros, veo el potencial enorme que aportan las Tic en el aprendizaje colaborativo que permite la construcción del conocimiento entre varios miembros de una comunidad educativa (o no).
Pienso por ejemplo, en una clase de historia. Bien podría el profesor pedir que, para el cierre de un tema, los alumnos hagan un Power Point. Pero si esta herramienta tecnológica solo reemplaza al tradicional afiche, no va. Ese PP tiene que otorgar un plus al aprendizaje que de otra forma no se podría dar. ¿Por qué no pensar entonces en la construcción colaborativa de un PP utilizando Google drive? ¡Cuánta riqueza en el hacer, deshacer, opinar, acordar, discutir! ¡Cuánta riqueza en un conocimiento que se construyó desde múltiples miradas!
Y me sigo preguntando… ¿en qué medida un entorno virtual puede ayudar a mejorar y potenciar las dificultades que observamos a diario en nuestras aulas? Tanto una plataforma que podríamos incorporar al curso como las herramientas tecnológico-didácticas (blog, wiki, foros, uso de programas para hacer gráficos, murales interactivos entre otros), son instrumentos que, al margen de la cuota de entusiasmo que genera en los alumnos, promueve una situación de “aula invertida”. En otras palabras, alumnos y docentes tienen la posibilidad de interactuar en tiempos y espacios asincrónicos de manera colaborativa, activa y permanente, posibilitando aprendizajes potentes y significativos.
Y en todo esto, sigo pensando en la posibilidad que otorga un entorno virtual para que el estudiante pueda autogestionar su aprendizaje e “integrar diferentes tipos de conocimiento” utilizando diversas herramientas y en diversos contextos.
Por ello es importante destacar cómo los PLE (Entornos Personales de Aprendizaje), otorgan ese plus del que hablaba al principio, algo que no puede dar el aula presencial, el claustro en el que al mismo ritmo y al mismo tiempo intentamos enseñar y aprender.
Quizás esta presentación, realizada colaborativamente, pueda aclarar este concepto de PLE, como un entorno diferenciador de nuestras aulas que aún no pueden salirse de las “cuatro paredes”.
sábado, 10 de marzo de 2018
Para conocernos mejor...
Hola compañeros y profesora:
Me alegra tener este nuevo espacio para compartir experiencias, un espacio que nos permitirá, seguramente, aprender individual y colaborativamente, para ampliar los modos de conectarnos con el conocimiento, con la lectura y la escritura. El blog será sin dudas otra forma de vincularnos expandiendo nuestra aula virtual.
Pensé que esta sería una linda manera de conocernos un poco más:
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